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miércoles, 19 de junio de 2013

Perro suelto: acudiendo a la llamada (revisado)

Todo perro debería ser educado en obediencia básica para no provocar molestias, comportarse adecuadamente con los humanos y nunca constituir una amenaza para nadie. A un perro que haya adquirido un nivel de obediencia óptimo se le puede detener con una orden, por ejemplo: está libre y vemos que va a atravesar la calle, se le da la orden "quieto" el perro se para y todo controlado. También debe ser capaz de seguir a su dueño a cualquier parte sin que nadie se queje de él. Existen un sin fin de ejercicios y variantes para enserñar al perro las distintas órdenes, pero lo más importante es proceder con claridad, coherencia, paciencia y cariño. 
Para realizar los ejercicios que expongo en este artículo es conveniente que el perro sepa sentarse a la orden (sit) pararse (stop) y caminar junto a nosotros sin correa (fuss).

 En los ejercicios nuestro tono de voz ha de ser relajado y con cierta firmeza, pero sin llegar a provocar que nuestro golden, ni nungún otro perro, se quede echado a nuestros pies con las orejas gachas y la cola entre las piernas, en ésta raza este comportamiento es inaceptable ya que siempre está deseoso de complacer y el amor que sienten por nosotros es tal que hasta el cachorro más dominante e independiente se desvivirá para contentarnos. Hoy trateré uno de los "comandos" más importantes en la educación del perro: que acuda a la llamada. 

Desde los primeros dias el cachorro debe acostumbrarse a su nombre, en mi opinión no hay límite para llamarle en las primeras semanas que llega a casa, premiándolo cada vez que acuda a nuestro lado con elogios, caricias y golosinas que pueda masticar rápidamente. Del mismo modo si se trata de un perro adulto que hemos adoptado actuaremos de la misma forma, pero siempre dejándole espacio a que se acostumbre al nuevo entorno y no forzándole a nada.
El perro tiene que estar seguro de que cuando corre hacia nosotros nos sentiremos contentos y el también.  Si no acudiera, nunca debemos tener la tentación de perseguirlo o atraparlo, es mejor alejarnos lentamente, darle la espalda y su instinto de mantenerse en manada le hará que corra hacia nosotros.
Un ejemplo, si estamos en el parque y nuestro golden se lo está pasando genial con otros perros, podemos hacer dos cosas, bien llamarlo efusivamente y darle un par de ricos premios (ya que ha dejado algo super interesante por venir a nuestro lado) o bien escondernos mientras esperamos observándo su reacción, cuando se de cuenta de nuestra ausencia será el quien nos buscará y entonces le daremos unas caricias extras y un tono de voz alegre por habernos encontrado.


Ejercicios para practicar la llamada


Primer ejercicio: 

Un amigo sujertará al perro de la correa (así tendremos mas facilidad de cogerlo si no responde), a la vez que nos vamos alejando y llamándolo "Chipo, ven"; cuando lo suelten el perro nos alcanzará de inmediato, lo felicitaremos y recompensaremos con carcicias, golosina y palabras amables. Si responde bien, iremos aumentando la distancia y la espera del perro. Pero ya no nos alejaremos llamándole, sólo le llamaremos cuando estemos alejados y antes de que el amigo lo suelte. Si de 10 veces responde a 9 bien, pasaremos al siguiente ejercicio.

Segundo ejercicio: 

De nuevo elegiremos un lugar tranquilo con las menores distracciones posibles, llevaremos al perro atado de la correa, le diremos que espere (stop) y le quitaremos la correa, andaremos tres o cuatro metros con él a nuestro lado. 

- Diremos una expresión que el perro conozca y que signifique que el perro puede correr libre "A jugar". Dejándole durante un ratito que haga lo que quiera pero sin que se aparte demasiado de nosotros.

- Cuando esté a unos 10m le llamaremos dándole un premio y muchas alabanzas. Repetiremos esta operación a esta distancia durante varios días y muchas llamadas, si responde bien aumentaremos a 20m y así sucesivamente hasta un máximo de 40m que es la distancia máxima que recomiendo para seguir teniendo control sobre el perro y que nuestra llamada esté dentro de su radio auditivo.
Por experiencia se que si el perro se aleja a una distancia mayor no tendremos tanto control sobre él si ocurriera algún percance.

Consejos:

- Si sueltas a tu perro y por mas que lo llamas de repente comienza a correr sin hacerte el menor caso, aunque te resulte difícil no vayas tras él. Camina en la dirección contraria a su marcha a la vez que lo vas llamándo y pidiéndole que acuda.

- A veces en la distancia, responden mejor a un silbido que a su nombre. También puedes llevar contigo un silbato normal si lo prefieres.

- No llames NUNCA al perro para regañarle, castigarle o reforzarle negativamente.

- Cuando le llames hazlo siempre con entusiasmo y animándole.

- Una vez aprende que estar a nuestro lado es la mejor opción no debes estar llamándole cada segundo ni cada vez que quieras controlarlo. Debe ser siempre una invitación amable para estar juntos.

Ahora a practicar y disfrutar de la maravillosa escena que es ver a tu perro corriendo en libertad pendiente de ti.