De humanos y canes, historias reales.

Mi nombre es Rosa y hace 2 años perdí a un hijo de 18 años.
En ésta vida te preparas para todo, pero nada comparable con esto. Pasé 3 meses sin salir de casa, dejé el trabajo, no comía, no hablaba con nadie incluidos mi marido y mi otra hija de 12 años. Solo le daba vueltas a la cabeza, tenía serios problemas en una pierna desde hacia tiempo y al no moverme era candidata a quedarme en silla de ruedas.

Tras los 3 meses de aislamiento decidieron traer a casa una perrita negra con ojos marrones Sara, no la rechacé con la idea de que quizá podría ayudar a mi hija. La perra habia sido maltratada, abandonada y me identifiqué con ella por el sufrimiento que ambas estabamos pasando. Al cabo de 1 mes ya no podía estar sin la compañía de Sara.

Mi hija era la que la sacaba a pasear pero cierto día Sara se me acercó mirándome y como invitándome a salir, me atreví, le puse el collar y salimos. Un aire cálido rozó mi rostro como queriéndome ofrecer una nueva oportunidad de luchar y sentir, comencé a sentirme mareada y con angustia, era principio de agarofobia.

Los primeros paseos duraban 5 minutos, progresivamente fueron alargándose hasta que tenía tanta necesidad de salir con mi perra que pasaba mucho tiempo fuera de casa, consiguiendo relacionarme de nuevo con gente, recuperar mi confianza, olvidarme un poco de mis problemas e incluso sonreir. Sara incluso ha conseguido que mi pierna esté casi recuperada al hacer que me esforzara por ejercitarla.


Yo no saco a mi perra a pasear es ella quien me saca a mi y aconsejo a todo el mundo que tenga o quiera una mascota que la cuide mucho, que nos dan todo lo que son sin pedir nada a cambio, que me ha devuelto la vida y que sin ella estaría en el mismo pozo sin fondo donde estaba cuando nos vimos por primera vez. Ella ha sido la mejor medicina.




Historia enviada por Nancy.

Esto pasó en Buenos Aires: Una Sra. muy viejita no se sentía muy bien y se acercó al hospital acompañada de su perrito con el que iba a todos lados. Entró en urgencias y la derivaron a una sala.
Mientras tanto el perrito seguía esperando a su dueña en el pasillo, buscándola entre la gente, haciendo guardia en la sala donde la vió entrar por última vez y sin moverse de esa zona.
Tras varias horas la señora fué trasladada a través de otra puerta a otra zona para hacerle unas pruebas, pero su perrito no la vió salir, seguía firme y atento esperándola en el mismo lugar.

La viejita pasados unos días falleció. Su mascota no la volvió a ver desde que ella entró al hospital, así que para él seguía aún allí.
Cómo le explicaban a ese perrito que la dueña había fallecido??? El pobre estuvo por días allí esperando a que su dueña lo buscara para volver a su casa. Los empleados del hospital llamaron a la televisión para que alguien se hiciera cargo del perrito porque de alli no se iba.

Así que por suerte apareció una familia que tenía otros perros y decidieron adoptarlo.
Después la tele mostró la llegada y el recibimiento de los otros perritos que fueron mas demostrativos que los nuevos dueños. No obstante y tomando las cosas con calma, el nuevo amigo se sintió muy feliz nuevamente.
Esta historia por lo menos tuvo un final feliz. Fue muy emotivo!!!

Micky Rourke siempre ha demostrado una gran devoción por los perros. Uno de sus perros Loki de raza Chihuahua falleció el pasado martes.

Quería a Loki especialmente y ha vivido con ella dieciocho años, una edad nada despreciable para un perro. Rourke decía que su chihuahua era “el amor de su vida”, y la llevó a varios festivales, donde le acompañó por la alfombra roja. Incluso le dedicó el pasado mes a su perra uno de sus premios más importantes hasta la fecha, el Globo de Oro al mejor actor con éstas palabras:

“Quiero agradecer el premio a todos mis perros, a los que están todavía conmigo y a los que ya no lo están.”

Tiene otros perros, entre ellos Jaws con el que recientemente posó en una campaña para animar a los dueños a esterilizar a sus perros, también tiene a Ruby Baby, La Negra y Bella Loca. En el 2002 falleció otro de sus chihuahuas, Beau Jack, el padre de Loki, al que estuvo haciendo durante 45 minutos la respiración boca a boca antes de que tuviera que dejarle ir.

“A veces, cuando eres un hombre que está solo, todo lo que tienes es a tu perro. Han significado el mundo para mí.” "Creo que Dios ha creado a los perros por alguna razón, porque son los compañeros más fieles que podemos desear. Son mi terapia".

“Me comencé a autodestruir hace unos catorce años, cuando todo se vino abajo: me dejó mi mujer, me dieron de lado en el trabajo, mi carrera estaba acabada, no tenía mucho dinero… así que los perros estaban ahí siempre, cuando no había nadie más. No tengo hijos, así que ellos son todo para mí. Cuando estaba realmente mal, recuerdo mirarles y comprobar como ellos me animaban a seguir, a cuidarles.”