Consite en la ausencia o retención de uno o ambos testículos de la bolsa escrotal. Aunque es mas común lo primero.
El descenso testicular ocurre a los 10 días de vida, aunque pueden existir variaciones raciales. Si no son palpables a las 8 semanas de edad podemos considerar que el perro es criptorquido, aunque algunos veterinarios prefieren esperar a que cumpla las 16 semanas.
En principio la criptorquidia no produce ningún síntoma por ello es importante que a partir de las 8 semanas el veterinario examine a nuestro cachorro. Porque los testículos no descendidos (que se encuentran en el abdomen o canal inguinal) están sometidos a una temperatura mayor de la que necesitan y esto puede ocasionar el desarrollo de tumores.
El diagnóstico se realiza palpando la bolsa escrotal.
El tratamiento es la extirpación al menos del testículo no descendido, y como se trata de un defecto genético sería aconsejable la esterilización del macho para evitar que el problema se propagara.
La prevención es exclusivamente cosa de los propietarios de los perros que tienen este problema y muy sencilla: no dejar que se reproduzcan.
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