acontecimientos entre los que ha transcurrido cierto tiempo.
Por ejemplo: regresamos del trabajo y vemos que nuestros zapatos favoritos estan destrozados, nos enfadamos y directamente le regañamos!. Pero como la mente del perro es incapaz de relacionar el "destrozo" ocurrido tiempo atrás con la reprimenda, nuestro comportamiento le parece muy extraño y confuso.
Él únicamente establece relaciones entre 2 hechos consecutivos y en breve espacio de tiempo asi que lo único que conseguiremos es que relacionará la bronca con nuestro regreso a casa.
Algunas personas piensan que su perro sabe perfectamente lo que tienen intención de hacer en ciertos momentos, como cuando van a salir a la calle, cuando su amo va a tirar la basura, recoger el correo del buzón etc... Pero ésto tiene una explicación muy sencilla. El perro dispone de todo el tiempo del mundo para observarnos y sacar conclusiones de nuestras acciones. De este modo establece relaciones entre nuestros movimientos, comportamiento y ciertos acontecimientos según tengan para él menor o mayor importacia. Por ejemplo: si antes de ir de paseo con él tenemos la costumbre de cambiarnos de zapatillas o ir al baño, y murmurar "podemos irnos" cuando el perro nos vea iniciar éste proceso empezará a excitarse y alegrarse porque sabe que va a salir. Se puede pensar que lo intuyen pero n
Si nos mostramos frente a él como un compañero de manada situado jerárquicamente por encima de él y le hacemos saber con claridad y de forma coherente lo que pretendemos de su comportamiento, nos entenderá y tomará nota de todo.
A través de nuestro lenguaje corporal podemos influir en lo que el perro piensa de nosotros. Un perro comprende muy bien cuando nos envalentonamos y gritamos pero si además nos erguimos y le decimos !NO! seguro que le causamos una gran impresión.
Si al contrario, nos agachamos y encogemos,y llamamos su atención con una entonación alegre !Buen chico! se siente seguro y viene voluntariamente hacia nosotros.
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