Llegó la Navidad!!!!

Una de las fechas más señaladas del año, esperadas por unos mas que por otros, días de excesos culinarios con mariscos, carnes, polvorones etc.. apetecibles y llamativos para nosotros y para nuestros perros, dispuestos a esperar el desliz de la abuela, el padre o del simpático vecino que viene a felicitarnos las fiestas. Hay que mentalizarse de lo que no debemos hacer con nuestro perro en éstas fechas y se que es difícil cuando no somos correctos ni siquiera con nuestro propio cuerpo, al que provocamos varias patologías digestivas como gastritis, colitis, indigestiones.........


Los problemas más habituales que provocamos a nuestras mascotas son:

Gingivitis, estomatitis y faringitis: son inflamaciones de las encías, mucosa de la boca y faringe. Si los perros comen restos de huesos, mariscos, pescados... suelen tragarlo casi sin masticar, es como si nosotros comieramos un trozo de pan duro tragándolo aceleradamente y sin masticar, que dolor!!



Cuerpos extraños digestivos: éste problema es mas común en perros hasta los 3 años. Cualquier objeto comestible o no como figuritas del belen, adornos, bombones con envoltorio, pero entre los mas usuales están los huesos de chuleta, trozos de madera etc..., y aparecen en una o varias partes del aparato digestivo del perro. La lesión dependerá del tiempo que el objeto lleve dentro del estómago del perro y del tipo de objeto. Los síntomas pueden ser vómitos, dificultad al tragar, abundante producción de saliva, falta de apetito....


Indigestiones: esto nos afecta por igual a nosotros que a los perros. Las consecuencias no suelen ser tan graves como las anteriores pero si molestas por los vómitos y diarreas. Con un día de ayuno sólido y una dieta a base de arroz cocido con pollo durante dos o tres días suelen mejorar.

Malas reacciones a los alimentos como alergías, intolerancias o intoxicaciones: entre los mas habituales están la leche y sus derivados, ternera, soja, atún, trigo, pollo, huevos y el maíz. Y los perros lo manifiestan con problemas en la piel dermatitis, picor y rascado, lamido persistente. Y con problemas digestivos: diarrea, dolor abdominal, vómitos, inapetencia. Recordemos que un animal de compañía es eso un compañero y no un cubo de basura, ni un pobrecillo que te mira con esos ojillos diciéndote que compartas tu polvorón con él y le fastidies el estómago.

Normalmente ya tendremos cubierta su alimentación asi que no lo volvamos loco con extras innecesarios que lejos de ayudarle le fastidiarán. Y si es un poco "ladronzuelo" haremos lo posible por ponérselo difícil. No hay cosa mas hermosa que compartir la Navidad en familia sin importar que lo que tengamos para comer sea un plato de paella o en el caso del perro la escudilla de pienso y sin necesidad de compartir nuestras comidas o bebidas!!!!