Dedicado a Pedro y Urko su Shit-zu
"Me encantaría poder ver durante unos instantes a través de los ojos del perro", esta frase se me pasaba a menudo por la mente cuando era niña y mi boxer linda o la mestiza pitu se quedaban mirando hacia la pared o a lo lejos sin que yo pudiera entender, y por mucho que observara que estaban mirando.
Las diferencias que existen entre el sistema visual de un perro y el nuestro comienza por la capacidad de detectar colores y movimientos.
La retina contiene dos tipos de células sensibles a la luz: los conos que perciben el color y dan una visión detallada de las cosas que vemos. Y los bastones que son las células que nos ayudan a detectar el movimiento y que podamos ver cuando hay poca luz.
Pues bien, en el ojo canino a diferencia del humano, sólo hay una décima parte de conos y una mayor cantidad de bastones, con lo cual ellos no perciben tanta cantidad de colores, pero su visión es mejor en zonas con baja luz y mas orientada a detectar el movimiento. En el perro el tamaño de la pupila y cristalino son mayores, les entra más luz, pero la desventaja es que la profundidad del campo visual y la distancia en la que los objetos se mantienen enfocados disminuye. Pero disponen de un tejido delgado y reflectivo situado tras la retina y llamado tapetum lucidum que refleja la luz de vuelta a la retina, dándole a ésta una segunda oportunidad de absorber la luz y aumentando su visión en la oscuridad. Por eso cuando salimos en una foto con flash con nuestro perro, sus ojos salen amarillentos (tapetum lucidum) y los nuestros rojos.
El primer cuadro es el abanico de colores tal y como lo percibe el perro. El segundo el humano. El perro percibe como amarillo lo que nosotros vemos rojo, naranja, amarillo y verde. Ciertos tonos de verde y turquesa, el perro los percibe como blanco. Distingue los azules de forma similar a la nuestra, mientras que el violeta lo ve gris. Pero ellos utilizan otros estímulos (olores, textura, brillo, posición) en lugar de depender del color. Por eso los perros guía, no distinguirán si el semaforo es rojo o verde, pero si la intensidad de ambas luces, la posición y el brillo. Y si añadimos el flujo y ruido del tráfico tiene muchas señales que le indican que es el momento de cruzar o detenerse.
Un último dato es que los ojos humanos están perfectamente hacia adelante, mientras que los de los perros por lo general están en un ángulo de 20 grados. Este ángulo aumenta el campo visual, la visión periférica del perro, pero no la de profundidad. No esperemos que nuestros perros nos reconozcan a cierta distancia sólo con vernos. Lo haran si hacemos algún movimiento nuestro particular que ellos conocen, por el aroma o sonido.
Recordad que reconocen objetos en movimiento mejor que un objeto fijo, por eso dan tanta importancia al lenguaje corporal.
1 comentario:
hola Sonja¡¡ que curioso, no tenía ni idea¡¡ supongo que la hierba la ven como si fuese un campo nevado...
Nunca dejes de contarnos cosas tan interesantes¡¡nos eres de gran utilidad.
un besote de Nico y Rosalía
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