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jueves, 23 de octubre de 2008

Pasión por el agua?



Hay un número considerable de perros que siente auténtica pasión por zambullirse en ríos, lagos, pantanos o el mar, entre ellos el Golden. Sin embargo exite un porcentaje significativo que tienen auténtico pavor y cuando sus dueños se percatan de ello por lo general suele ser tarde para que aprendan a superarlo de forma natural o por sí solos.

La clave está en las primeras experiencias.
La forma mas natural es aprovechar la curiosidad del cachorro cuando tiene cubierto su ciclo de vacunas (3 meses mas o menos) dándole la oportunidad de que conozca el agua, sin forzarle e invitándole, en una zona segura para él. Si esto se hace tranquilamente durante varias repeticiones el perro se atreverá cada vez mas a meterse hasta el nivel de la barriga que ya es mucho para ésta primera fase. Y es a partir de aqui cuando comienza a divertirse con frenéticas carreras por la orilla pero sin perder el contacto con el suelo.
Pero en ésta fase muchos propietarios quieren ya correr demasiado y fuerzan las posibilidades del cachorro izándole como a los niños más adentro para que no tenga mas opción que nadar. Cosa que ocurre sin mayor problema pero a nivel emocional si es un perro de temperamento sensible rehusará posteriormente a repetir la experiencia. Y si unimos este rechazo inicial a lo "pesadito" que termina poniéndose el dueño tenemos el inicio del problema de nuestro perro con el agua.

Si uno no se plantea metas rápidas y deja que el aprendizaje de su perro con el agua sea algo divertido y como un juego el éxito estará asegurado, sea un perro especial para éste medio o no lo sea,todos los perros por naturaleza nadan bien. Se puede utilizar un palo, ya que es una presa fácil de morder y cuando se lanza tiene un movimiento de huida que motiva a los perros por su instinto predatorio.

Hay en el mercado cantidad de juguetes que incluso pueden rellenarse con comida (tipo kong) y tienen una cuerda en un extremo, con una especie de boya que hace que flote en el agua. Este tipo de juguete actúa como llamamos en etología como condicionamiento clásico, estímulo: juguete con comida, respuesta: se zambulle en el agua. Es una valiosa herramienta de motivación también en el agua. Siempre recordando: paciencia, constancia y tesón, y sobre todo si es un perro que ha tenido malas experiencias y lo que queremos es ayudarle a superarlo.

También existe un posibilidad muy sencilla para que un perro supere el miedo o la falta de confianza ante el agua, es llevar a bañar varios perros en mananda, de modo que por imitación y siguiendo la inercia del grupo hasta el perro más retraído termina por entrar.

Hoy en día existen lugares donde hay piscinas especiales para perros, algunos criadores o escuelas de adiestramiento las tienen, es una enseñanza sencilla y que no suele ser rehúsada por el perro. El dueño permanece fuera todo el tiempo, introduce al perro dentro del agua y con la correa mueve al perro alrededor de la pared de toda la piscina, puede haber un rechazo inicial pero tras varias sesiones los perros generalmente saltan al agua voluntariamente.

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