-Necesidad de descargar energía y ansiedad, por falta de ejercicio y estímulos externos.
-Ansiedad por separación.
-Para esconder comida, herencia de sus antepasados los lobos.
-Protejerse del frío y el calor.
El primer consejo sería que el perro practique mucho ejercicio para que pueda descargar la energía acumulada. Sobre todo si pasa mucho tiempo solo, ya que toda esa energía se convierte en aburrimiento y frustación. Cuanto más fatigado esté, menos ganas tendrá de excavar por lo que es recomendable sacarlo a dar un largo paseo una o dos veces al día y estimularlo durante este tiempo para que corra y se desahogue.
Algunos perros sufren lo que se llama ansiedad por separación que no es otra cosa que la respuesta del perro cuando se encuentra privado de la compañía de su dueño. Esto pasa con perros que están muy apegados a sus dueños. Puede expresar está ansiedad escarbando en el jardin, rompiendo cosas, etc.. La ansiedad por separación es un tema extenso que trataré en otro artículo.
Los lobos entierran restos de un presa cuando es demasiado grande y no pueden terminarla, asi evitan que las aves y las moscas la dañen. Algunos perros cuando se les da algo, por ejemplo un trozo de pan y no tienen hambre lo entierran para mas tarde.
En otras ocasiones los perros excavan hoyos que les permitan tumbarse en su interior. Esto se debe a que la tierra es un buen aislante y les protege tanto del frío como del calor. En este caso es fundamental que el perro disponga de un refugio adecuado que le proteja del frío en invierno y del calor en verano, así como asegurarnos que dispone de agua fresca especialmente en los meses más calurosos.
Otra posible solución sería facilitarle una zona exclusiva para sus excavaciones. Con unos cuantos ladrillos se hace un cuadrado y en el interior se pone una considerable cantidad de tierra o arena, y cuando se le vea excavar aqui se le premia y alaba con algo que le guste, un trozito de jamón, queso y diciendo "muy bien". Con constancia y paciencia aprenderá que ahi es su "zona de trabajo".
Dedicado a Cris y Balú (el excavador).
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